Un reciente estudio desarrollado en la Universidad Northwestern de los Estados Unidos sugiere que la instrucción musical a nivel escolar incide en el mejoramiento de las respuestas del cerebro al sonido así como también agudizar el oído y pulir las habilidades de lenguaje.
 
En el estudio, se trabajó con un grupo de 40 estudiantes de secundaria de la ciudad de Chicago, quienes asisten a colegios donde la mayoría de los alumnos pertenecen a familias de bajos ingresos económicos. Así, durante 3 años, los jóvenes participaron de la investigación que duró hasta el último año de su educación secundaria.
 
Para ello, el grupo de jóvenes se dividió en 2, donde una mitad participó durante los tres años en talleres de entrenamiento del Cuerpo de Oficiales de Reserva Junior (ROTC) mientras que la otra mitad asistió a talleres de música, ambos dictados dentro de sus respectivos colegios.
 
 
Al finalizar las pruebas y tras analizar la información recopilada durante todo este tiempo, se reveló que el grupo que asistió a los talleres de música evidenció una madurez más rápida y acabada en relación a la respuesta cerebral al sonido y una sensibilidad ante los detalles de éste.
 
Del mismo modo, si bien todos los jóvenes mostraron progresos lingüísticos, nuevamente los jóvenes que cursaron los talleres musicales pudieron desarrollar mejores habilidades en este plano que los del grupo que asistió a los talleres de ROTC.
 
 
Las conclusiones ponen de manifiesto la importancia de las clases de música dentro de la malla curricular secundaria, añadiendo que si bien quizás no se consiga formar grandes maestros del área, sí se fomentará el desarrollo cognitivo en otros aspectos que les permita a los estudiantes rendir de mejor manera en su vida académica no sólo en el colegio sino también en los cursos superiores.