Conservar la salud del cerebro y permitir que las principales funciones mentales se mantengan en orden son los objetivos que buscan cumplir los llamados “gimnasios cerebrales”. Iniciados como parte de un proyecto norteamericano, hoy en día estos centros de entrenamiento del cerebro proliferan por el mundo en respuesta a buscar ese equilibrio entre mente y cuerpo del que se hablaba en la antigüedad: en mente sana, cuerpo sano.

Sofisticados programas de entrenamiento

Así como existen millones de gimnasios dedicados al entrenamiento físico, estos novedosos gimnasios cerebrales no tienen máquinas abdominales ni trotadoras ni pesas, sino herramientas que permiten trabajar con las diversas áreas de la mente. Entrenamiento de la memoria, del pensamiento crítico, de las percepciones y de la reflexión son parte de este sofisticado sistema que cada día gana más adeptos.

Sin embargo, a diferencia de un gimnasio convencional, estos dedicados al entrenamiento del cerebro exigen de sus participantes ciertos requisitos bastante rigurosos. Idealmente, quien debe derivar a las personas a estos centros de entrenamiento cerebral son profesionales del área de la salud mental (psicólogos, neurólogos o psiquiatras) como parte de una terapia integral donde sea necesaria la “gimnasia mental”.

Los programas de entrenamiento de estos tipos de gimnasios son del todo calificados y representan años de estudios e investigaciones. No se trata de simples juegos lúdicos que mantengan ocupada la cabeza sino de complejos sistemas que permiten ir avanzando gradualmente hasta conseguir los objetivos propuestos.

Desarrollo mental para todos

En este sentido, existen diferentes categorías de sujetos susceptibles de ser “tratados” por medio de estos programas: adultos mayores, adultos en edad laboral, jóvenes, estudiantes y preadolescentes. Justamente, estos últimos representan el grupo etario que mayor demanda ofrece hacia estos servicios y donde, por lo general, se trata de casos de pacientes derivados por algún trastorno de déficit atencional.

Asimismo, estos programas de entrenamiento cuentan con la permanente colaboración de complejos sistemas tecnológicos donde, por supuesto, las aplicaciones móviles también tienen cabida. Y es esta simbiosis entre el ser humano y la tecnología la que permite señalar que los gimnasios mentales ya no serán parte simplemente de proyectos puntuales sino que comenzarán a llenar poco a poco los espacios de las grandes ciudades en todo el mundo.