Muchos de quienes padecen un derrame cerebral no saben lo que realmente les ocurre, algo que los lleva a buscar ayuda no en el mismo instante sino varias horas después, poniendo en serio riesgo su salud e incluso su vida.

Conocer cuáles son los síntomas de un derrame cerebral puede marcar la diferencia entre una lesión leve y una grave o, planteado de una manera más extrema, entre la vida y la muerte. Por ello, es clave saber cuáles son las reacciones del organismo ante una situación como esta, con la finalidad de identificar de la forma más rápida posible los signos de un derrame cerebral, considerando siempre que esto va acompañado necesariamente de la solicitud de asistencia médica.

Señales de alerta

Ante un derrame cerebral, el primer síntoma que se percibe es una repentina debilidad en el rostro, un brazo o una pierna, generalmente en un lado del cuerpo.
No obstante, estos signos pueden ser también la evidencia de cualquier otra dolencia, aunque ante la presencia de estos debe considerarse que se está ante un caso de derrame cerebral. Aún así, los siguientes síntomas deberán catalogarse como críticos y su manifestación exige asistencia médica de manera urgente:

  • Parálisis facial: un lado de la cara pareciera como si estuviese “colgada”. Una buena manera de notar esto es sonreír frente a un espejo y notar que un lado del labio no se levanta de manera correcta.
  • Brazos débiles: así como sucede con un lado del rostro, el paciente que está sufriendo un derrame cerebral no podrá levantar al mismo tiempo ambos brazos y mantenerlos en el aire. Este síntoma, que comienza como una leve sensación de hormigueo, se exacerba al punto de que la persona es incapaz de sostener una copa con la mano que se encuentra más débil.
  • Afasia: la dificultad para hablar es uno de los síntomas claves al momento de autodiagnosticarse un derrame cerebral. Éste, puede ir desde la incoherencia en el lenguaje hasta la incapacidad total de articular alguna palabra, a pesar de que la persona esté despierta y sea consciente de sus actos.
Otros signos que debieran tomarse en cuenta, sobre todo si van unidos a los síntomas ya mencionados, son los repentinos problemas en la visión, los mareos o pérdida del equilibrio y, en especial, los dolores de cabeza súbitos y muy severos.