Por alarmante que resulte el dato, la epilepsia es por mucho la enfermedad neurológica más común en el mundo después de las migrañas. Lejos de ser característica de sólo un grupo de la población, ataca de igual manera a personas de todas las edades, razas o sexo.

 

En todo el mundo, cada año se diagnostican cientos de miles de casos de epilepsia, cuya expresión de la enfermedad varía desde leves alteraciones en el estado de conciencia hasta las convulsiones generalizadas, que suelen ser los casos más graves y, al mismo tiempo, la concepción popular que se tiene acerca de la epilepsia.
 
En relación a este último punto, es importante distinguir que la epilepsia no siempre se presenta como aquella enfermedad donde los afectados sufren de graves convulsiones donde los movimientos del cuerpo se hacen incontrolables. De hecho, es mucho más común encontrarse con pacientes epilépticos donde las crisis se dan sólo de manera leve, afectando al estado de conciencia de estos y sumiéndolos, por algunos segundos, en lagunas mentales llamadas “episodios de ausencia”

Una cuestión social


Las repercusiones de la epilepsia en el plano cognitivo así como también en las áreas sociales, psicológicas y neurobiológicas implican necesariamente maximizar los esfuerzos por parte de los estamentos públicos y, en especial, de la sociedad en general que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados. Pues, a pesar de ser una de las enfermedades de carácter neurológico mejor conocidas, la mayoría de los países no cuenta con un protocolo formal de acción en casos de presentarse crisis epilépticas en la vía pública, colegios o áreas de trabajo.
 
Esto último es de suma importancia en tanto una rápida toma de decisiones por parte de terceros puede ser gravitante en la recuperación de la conciencia del afectado o afectada por una crisis. Y así como en los colegios suele enseñarse a actuar en casos de primeros auxilios o en una situación de incendio o emergencia natural, también debiese ser parte de la política educativa proporcionar los conocimientos para que cada persona sepa desde pequeño cómo ayudar efectivamente a alguien que sufra de algún episodio convulsivo. Por ello, te dejamos aquí un vídeo explicativo que te dará las pautas de acción ante un caso de epilepsia: