Utilizar el cerebro en su máximo potencial y conseguir con ello capacidades sorprendentes es tal vez uno de los sueños más manoseados por el ser humano. Mucho se ha insistido acerca del bajo porcentaje que ocupamos de nuestro cerebro y más aún se ha especulado en relación a lo que seríamos capaces de hacer si es que llegásemos a usar ese gran porcentaje restante.
 
Sin embargo, aquello de que el ser humano solamente usa un 10% de su cerebro (algunos señalan que es un 25%) es solamente un mito sin soporte científico alguno. Contrario a la creencia popular, numerosos estudios echan por tierra la idea de aquel famoso 10% que hasta es utilizado con frecuencia en anuncios publicitarios. Sea como sea, existe esa curiosa sensación de que efectivamente no ocupamos todas nuestras capacidades cerebrales, algo que al mismo tiempo sirve como una especie de motor que nos alienta a buscar cómo sacarle mayor rendimiento a nuestro órgano madre.
 

Explotando potencialidades del cerebro humano

 
A pesar de comprender que la idea del uso del 10% del cerebro es sólo un mito, cada uno de nosotros ha pensado siquiera alguna vez en la vida en la posibilidad de realizar muchas más tareas de las que somos capaces, incluso volcándonos al campo de lo metafísico y argumentando sin la menor base que hasta podríamos volar, mover objetos con la mente o comunicarnos telepáticamente.
 
Fuera de lo paranormal, nuestro cerebro sí constituye el pilar de una serie de procesos psicológicos que rigen nuestro comportamiento desde que llegamos a este mundo. Y aunque el factor hereditario es responsable en gran medida de aquello, la parte ambiental dictamina al menos un 50% de lo que somos. Sin entrar en la clásica discusión que contrapone conceptos como la natura vs. nurtura, es válido pensar que cualquier persona es capaz de realizar cualquier cosa. Si Einstein pudo, ¿por qué no nosotros?
 

“Sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro” es atribuida erróneamente a Albert Einstein. No obstante, como ya señalamos, no existe evidencia alguna que esto sea así y, en su lugar, decenas de estudios demuestran con total precisión que el ser humano sí ocupa todo su cerebro.

 
Ahora bien, si efectivamente utilizamos todo nuestro cerebro, ¿lo que somos es todo lo que podemos ser? Con ello, volvemos al punto anterior de los procesos psicológicos, del factor hereditario en nuestras capacidades y del rol que juega la crianza y el medio en el cual nos desenvolvemos.
 
Entonces, cuestionamientos sencillos como de si el genio nace o se hace aparece con fuerza ante esta interrogante. Así que, para dejar a “ambos bandos” en igualdad de condiciones, diremos que la herencia y el ambiente tienen un 50% de importancia cada uno, dato incluso aceptado por la ciencia en su afán de explicar la conducta humana.
 
Sin embargo, si nos ponemos a pensar un poco más, podríamos imaginar cómo habría sido la vida de Roger Federer si éste hubiese nacido en Nigeria o si Diego Maradona hubiera tenido un mejor pasar económico en su niñez. ¿Habrían sido ambos personajes estrellas en sus respectivos deportes?
 
Poniendo las cosas un poco más difíciles, ¿podría llegar a ser cualquier niño tan bueno como Maradona para el fútbol? Quizás, ni hasta en las mismas condiciones ambientales esto sería posible, por lo que todo queda en una mera especulación donde la imaginación es lo principal. Total, soñar es gratis.
 
 

Maximizando las capacidades de cada uno

 
Está bien, todos nacemos con un determinado potencial cerebral que llamaremos “dote de nacimiento”. Llegamos a este mundo con una cierta dote en nuestro cerebro que nos permitirá explorar algunas áreas de desempeño y nos dificultará en otras. Más allá de esta dote de nacimiento, existen herramientas psicológicas que todos podemos llegar a cultivar: la paciencia, la concentración y el control de la ansiedad, entre muchas otras.
 
En una sociedad frenética como la actual, sin dudas, aspectos como los ya mencionados tienen un hándicap notable. Cualquier persona que consiga desarrollar de buena forma estos recursos psicológicos podrá funcionar de mejor manera ante las exigencias del entorno adaptándose apropiadamente de lo que le rodea.
 
Extrañamente, por más que alguien diga “no puedo concentrarme”, esa misma persona sí ha podido llevar su concentración a niveles extraordinarios en determinados momentos de su vida. Asimismo, todos nosotros sabemos que sí somos capaces de controlar la ansiedad o mantener la paciencia si es que así lo proponemos.
 
Entonces, ¿cómo llevar cada uno de estos recursos psicológicos a un nivel constante siempre? Evidentemente, si conseguimos concentrarnos sin la menor dificultad, todas las tareas que nos propongamos resultarán sencillas y podremos ejecutarlas fácilmente, como si todo fluyera. Y es esto lo que muchos interpretan como utilizar el porcentaje restante de nuestro cerebro que, aunque en estricto rigor no lo sea, sí da paso a una serie de nuevas potencialidades que tal vez ni siquiera sospechamos en nosotros mismos.
 
 

La promesa de Adderum es el aumento del coeficiente intelectual

 
Hace algunos años, una poco brillante película Hollywoodense nos mostraba a Bradley Cooper en Limitless como un personaje capaz de realizar maniobras sobrenaturales sólo con la ingesta de una píldora. Seguramente, muchas personas acudieron a la web por si acaso encontraban a la venta dicha pastilla mágica, algo absurdo puesto que se trata sólo de un film de ficción y nada más.
 
Sin embargo, hoy en día toda aquella ficción cinematográfica parece volcarse a la realidad y, como si fuese parte de un sueño, sale al mercado una píldora que promete hacernos alcanzar nuestro máximo potencial cerebral. Bajo el nombre comercial de Adderum, esta pastilla garantiza llevar al ser humano a su máximo nivel de concentración permitiéndonos optimizar todos nuestros recursos psicológicos y, con ello, abriéndonos una nueva gama de posibilidades que ninguno de nosotros siquiera sospecha que poseemos.
 
¿Realidad? ¿Ficción? Lo cierto es que ya existen decenas de sitios en la web que dicen contar con el stock de dicho fármaco que, a pesar de no saberse prácticamente nada al respecto, ya hay voces circulando que señalan su gran poder a la hora de maximizar todo nuestro potencial cerebral y que sus efectos no son nocivos a la salud en ninguna medida.
 
Obviamente, el nombre de Adderum algo tiene que ver con el clásico Adderall, medicamento utilizado en el tratamiento de la hiperactividad y, en algunos casos, como potenciador cognitivo elevando los niveles de concentración en quienes lo consumen. Pero, sea como sea, lo de Adderum resulta completamente nuevo y, quién sabe, si llegase a ser cierto, podría ser la nueva droga que cambiaría los horizontes actuales sobre los que se basa nuestra sociedad.
 
 

¿Mito o realidad?

 
El hecho de que se desconozca por completo si Adderum es efectivamente un fármaco o sea sencillamente un absurdo SCAM, nos insta a señalar que quienes anden en busca de esta píldora se abstengan de adquirirla en el mercado online. Lo más probable es que todos quienes digan comercializarla solamente busquen quedarse con tu dinero y así, obviamente, perderías esa inversión que realizas.
 
Por otra parte, si te atreves a comprarla y todo resulta ser cierto, te solicitamos nos escribas contándonos tu experiencia y, de esta forma, orientes a nuestros lectores acerca de los riesgos y beneficios que traería (potencialmente) el consumo de Adderum.